En cosmología física, la teoría del Big Bang se denomina también teoría de la gran explosión. Twitter ha sido precisamente eso, una gran explosión de información que ha revolucionado el mundo del periodismo.
Como
todo replanteamiento de un “saber hacer”, quedan algunos rezagados que se
aferran a los modelos tradicionales de difusión de la información, en este caso
no debemos fijarnos en los primeros escalones, si no en los últimos, en
aquellos que han sabido ver este nuevo medio como un aliado y hoy se encuentran
en la cima de la escalera. Carmela Ríos es un claro ejemplo a seguir que ha
sabido reinventarse y es hoy una de las periodistas twitteras más consolidadas.
Desde el principio supo que
“las redes sociales nos permiten alumbrar nuevos contenidos periodísticos”,
pero esto no se ha visto como una ventaja por todos. Algunos se dejan llevar
por la idea de que suponen una gran amenaza para la profesión, en vez de verlas
como un complemento útil; al fin y al cabo no podemos perder la perspectiva,
estamos hablando de periodismo.
El 15 M supuso para Carmela
Ríos lo que a Woodward Y Bernstein el caso Watergate. Le brindó la oportunidad
de demostrar que el buen periodismo se puede adaptar a los nuevos medios y que
el deber de los profesionales es siempre el de informar. Si en esta nueva era
de los “punto cero” el periodismo tradicional ya no puede satisfacer únicamente
a la sociedad, el deber de los periodistas es precisamente ese: formarse,
adaptarse y transformarse. La sociedad demanda una clara transición del mundo
de las imprentas al mundo de las apps, las tablets y los notebooks. Primero
desaparecieron aquellos grandes periódicos que tapaban la cara a nuestros
padres y abuelos los domingos, luego surgieron los periódicos gratuitos y las
versiones digitales y por último, Twitter colmó el vaso.
Las narraciones en directo, la
última hora, las foto noticias, la foto galería, el microvídeo, el streaming de
video… Son herramientas nuevas que se adaptan a la nueva demanda audiovisual
del que quiere estar informado. Informar ya no se basa sólo en leer, se basa en
leer, comentar, compartir, retwittear… La información se ha vuelto más
interactiva que nunca y no nos lo debemos perder. “Renovarse o morir”, ese
debería ser nuestro lema. Pero para renovarnos no podemos abrirnos un perfil en
las redes sociales y ya está. Carmela Ríos es consciente de esto y sabe que los
nuevos medios requieren que hagamos una “gimnasia narrativa” constante para que
nos ayude a “elegir la mejor forma de contar cada noticia”. “¿Cómo cuento y
cómo lo cuento?”