domingo, 27 de noviembre de 2011

¿Inside Job o Demolition Job?




Documental ganador de un Oscar de la Academia en su última edición y que, dirigida por Charles H. Ferguson, nos expone de manera muy clara los antecedentes, las causas, el desarrollo y los responsables, por no decir culpables, de la actual crisis económica y financiera, que empezó en 2008, y que ha supuesto la pérdida de millones y millones de dólares, el desmoronamiento de cientos de miles de hogares y un desmesurado aumento de la tasa de paro. En una amplia labor de documentación e investigación en el film se entrevista a políticos, economistas y periodistas, que opinan libremente sobre la situación y nos presentan un panorama auténticamente desolador.

“El trabajo desde dentro”, tendría que llamarse más bien “la demolición del trabajo”; “Demolition job”, puesto que pone en tela de juicio el sistema económico estadounidense, criticándolo y desmantelándolo desde sus pilares más sólidos: los gigantes financieros y sus principales “jefes de obra”. La crisis, descrita por el propio director como “totalmente evitable” se ha hecho un hueco en nuestro presente, llegando incluso a ser una, por no decir la única, preocupación de miles de personas. Es indignante ver o, peor aún, “dejar hacer” a unos pocos directivos lo que  les venga en gana con un instrumento tan frágil y volátil como es el mercado. Desde mi punto de vista, la astucia de unos pocos ha corrompido un sistema de muchos.

La crisis comenzó en 2008 debido a una excesiva desregularización del mercado de actividades económicas que permitió  a las entidades financieras especular con los créditos y depósitos de clientes tras la creación de productos altamente sofisticados. Estos “productos financieros”, denominados derivados basan su valor en el precio de otro activo. El activo del que depende toma el nombre de activo subyacente, por ejemplo el valor de un futuro sobre el oro se basa en el precio del oro. Los subyacentes utilizados pueden ser muy diferentes, acciones, índices bursátiles, valores de renta fija, tipos de interés…

El documental empieza mostrándonos el caso de Islandia en el que se ve cómo la mala praxis de los políticos, los bancos, los mecanismos de regulación, aunque precisando más hablaríamos de una desregularización financiera, han provocado en el país una profundísima crisis. Primero afectó al medioambiente y más tarde la economía se vio envuelta en una recesión casi sin retorno. Islandia era hasta el momento el modelo a seguir de los países occidentales.  Ferguson, al utilizar este país como punto de partida resalta la idea de cómo la codicia y el egoísmo son capaces de corromper hasta el mejor de los mecanismos democráticos. A partir de ahí divide el largometraje en 5 bloques, desde las causas de la crisis, pasando por un análisis, hasta llegar a un juicio final en el que se presentan los posibles culpables.

Una de las situaciones más vergonzosas que se muestra en este filme es el hecho de que los principales bancos que entraron en bancarrota como Merrill Lynch y Lehman Brothers estaban calificados con el más alto rating, la llamada “triple A,” un día antes de que quebraran, por parte de las principales empresas reguladoras. Esa increíble, pero cierta situación junto con la de que grandes “tiburones financieros” se hayan enriquecido a costa de los contribuyentes y que luego hayan sido esos mismos contribuyentes los que hayan tenido que salvar la situación,  enmarca el triste y un tanto deprimente panorama.

El documental no se queda anclado en la, a veces, parcialidad de Michael Moore. Va más allá y nos hace reflexionar sobre decisiones que han tomado otras personas por nosotros, ya sean políticos o grandes directivos que inciden de forma directa sobre nuestro día a día y lo que es más importante, sobre nuestro futuro. Tomando la frase de Antonio Machado como referencia: “caminante no hay camino, se hace camino al andar” debemos empezar a caminar nosotros el camino y a no dejar que caminen por nosotros. Movimientos como el 15 M empiezan a reivindicar esta filosofía y no debemos tener miedo a indignarnos, al contrario, al indignarnos damos el primer paso de un largo camino que debemos recorrer, pero debemos hacerlo todo unidos.  Esto se nos olvida de vez en cuando y al ver documentales como este volvemos a abrir los ojos y a salir de esa monotonía frenética que nos hace conformarnos con la ideología capitalista que rige el mercado.

Es cierto que muchos de los culpables de esta crisis han salido impunes, que seguirá habiendo cuentas en las Islas Caimán y que las llamadas economías sumergidas no desaparecerán, pero por lo menos tenemos la esperanza de que, aunque sólo sea de vez en cuando, el ser humano va a indignarse y  se va a movilizar, ya sea en Sol, Barcelona, Wall Street…  Por lo menos, en España ya tenemos más que asumida la aparición de un nuevo miembro en nuestra familia: la prima de riesgo. Ser conscientes de su existencia y trabajar todos juntos para convivir con ella depende de cómo afrontemos este ciclo negativo en el que estamos inmersos.

lunes, 31 de octubre de 2011

La nueva era: de Gutenberg a Twitter

   La invención de la imprenta, que no es europea, sino china, se remonta al año 960. Pero el año que marcó un antes y un después en la escritura impresa fue en 1450, cuando Johannes Gutenberg revolucionó las técnicas orientales y proporcionó a los periodistas el primer instrumento con el que iban a poder informar, formar y entretener al pueblo. Quién iba a decirle que siglos más tarde, tras el boom de Internet,  una aplicación llamada “Twitter” iba a igualar el impacto que provocó su máquina y que la iba a relegar a una simple entrada en Wikipedia.
    Los medios de comunicación han tenido siempre la obligación de ser versátiles y pragmáticos puesto que han tenido que saber adaptarse a los cambios producidos en las audiencias, en la evolución de las TIC (Tecnologías de la información y la comunicación) y en las empresas publicitarias. Dependen tanto del público objetivo como de las empresas que los sustentan. Esto, en algunas ocasiones, ha supuesto un debate en cuanto a la objetividad de la información, puesto que los medios están sometidos a demasiados intereses externos, aún así la obligación de los periodistas en su papel de mediadores es la de transmitir una información imparcial y contrastada.

   Al estar totalmente ligados a la sociedad y estar financiados por Gigantes mediáticos, no han podido evadirse de la crisis económica. Los tres medios tradicionales: radio, televisión y prensa (ahora casi cuatro con el desarrollo de la blogosfera) han tenido que hacer reajustes para poder mantenerse a flote. La concentración es la principal solución a la  que han optado las empresas. En España, empresas como Prisa, Vocento y Unidad Editorial han cobrado importancia estos últimos años debido a las importantes fusiones y adquisiciones que han realizado con otras empresas. Algunos han visto la crisis, no como una barrera, sino como una oportunidad para crecer y aumentar su poder empresarial. El recorte de personal ha sido otra de las “soluciones” utilizada por las empresas. Debido al descenso de las inversiones publicitarias, los ingresos se han visto truncados y los despidos de personal se han convertido en los principales protagonistas. Según J.M. Nobre Correia “los anunciantes prefieren decantarse por internet, que les permite practicar una selección más precisa del público, llegar hasta un público joven seducido por este nuevo medio, conseguir costes infinitamente más bajos que en los medios “tradicionales” y tener una mejor percepción de la audiencia real de sus mensajes publicitarios”. Los medios no pueden competir con Internet en cuanto a rapidez y actualización de la información. Deben ofrecer contenidos  distintos que les individualicen y que les den más fuerza para competir contra la world wide web. La prensa es, quizás, el medio más amenazado por Internet.
    Los periódicos están sometidos a una presión cada vez mayor por el cambio de hábito de los lectores. Son conscientes de que la web ofrece nuevos medios de difusión de información a través de los blogs y periódicos en formato on-line. El principal problema al que se somete la prensa tradicional es el hecho de que se tenga que pagar por adquirir el producto. La prensa gratuita, sin embargo, es un negocio floreciente cada vez más popular entre los lectores. Ofrecen todo tipo de información, pero en un nivel más reducido y asequible. Esta característica es una de las grandes diferencias con los periódicos tradicionales, en donde podemos encontrar extensos reportajes o artículos de opinión que siguen atrayendo a un gran número de lectores. Los periódicos en formato on-line tienen la ventaja de que son multimedia y de que promueven la interactividad con los lectores, desarrollando el llamado “periodismo ciudadano”.  Los periodistas deben de competir contra las facilidades que Internet proporciona a los usuarios para que desarrollen su “propio” estilo periodístico. La profesión podría verse en peligro, pero los periodistas intentan demostrar que “existe un saber hacer, una ciencia, una técnica para cubrir la actualidad con competencia y rigor”. Buscan darle un valor añadido a sus artículos que completan con veracidad y precisión, para hacerlos únicos.

   Los medios de comunicación tendrán que seguir evolucionando y adaptándose a los cambios que se producen paulatinamente en la sociedad. Deberán de ir incorporando las nuevas tecnologías para poder utilizar los nuevos medios de difusión (I-pads, móviles, TDT…) Así mismo los periodistas tendrán que entrar en un proceso de formación continua para poder adaptarse a estos avances.
  Además, no podemos olvidar el importante papel que realizan los periodistas a través de su actividad profesional (Watergate, Filesa, Gal…), ya que en las sociedades democráticas constituyen el cuarto poder, como medio de control independiente.





sábado, 22 de octubre de 2011

Con P de Periodismo


Ponerle un nombre a este blog ha estado ocupando mi mente casi dos semanas. ¿Qué nombre va a gustar más? ¿Leerá la gente mi blog? ¿Me podré hacer un huequecillo en este mundo de las tres uvedobles? Al final elegí "Sucedió Mañana". No tiene ningún sentido pensaréis. ¿Cómo podemos saber algo que ha sucedido en el futuro estando en el presente?

El periodismo es un tema que se ha tratado muchas veces en el cine. Una de las películas más curiosas es precisamente la que da nombre a mi blog: Sucedió mañana (René Clair, 1944). En ella un periodista puede hacer realidad uno de los grandes sueños de esta profesión: conocer las noticias del día siguiente.

Dejando la ficción a un lado y volviendo a la realidad siempre se ha hablado de la impotancia de tener "olfato periodístico", como una de las cualidades de un buen profesional. Esta es la principal esencia de mi blog: aprender a "oler" las noticias con una cierta antelación.

Aunque para mí, el olfato periodístico no es un don, es el resultado del esfuerzo diario y de la suma de tres factores: trabajo, trabajo, trabajo...
Thomas Edison dijo una vez que el resultado de un buen trabajo se compone de un "1% de inspiración y un 99% de transpiración", a lo que Picasso añadió que "cuando te llegue la inspiración es mejor que te encuentre trabajando".